¿Es posible mantener el amor y los lazos familiares aun cuando nos
separan miles de kilómetros? No hay dudas de que se trata de una
situación difícil que la economía global impone cada vez con mayor
frecuencia.Sin embargo, con la ayuda de las nuevas tecnologías e
Internet, padres que viven lejos de sus hijos siguen encontacto con
ellos y los enamorados pueden permanecer unidos más allá de las
fronteras.
Foto: Simón Chávez
Como reza el famoso bolero: "Dicen que la distancia
es el olvido...". Sin embargo, lo cierto es que esta máxima no se cumple
entre muchísimas parejas y familias que, por avatares del destino, se
ven obligados a vivir en ciudades distantes, o en aquellos casos de
personas que por cuestiones laborales pasan más noches durmiendo en
hoteles que en su propio hogar.
Juan Alfonso Pegasano, de 39 años, es oficial de la
Marina Mercante argentina y trabaja en una compañía naviera con un
régimen de 40 días de navegación seguido de 40 días en su casa, período
durante el cual hace cursos de actualización y capacitaciones.
Casado con María Magdalena Nasi y papá de tres hijos,
los mellizos Tomás y Francisco, de 8 años, y la pequeña Josefina, de
dos, reconoce que es duro llevar adelante la familia estando tan poco en
casa: "Si bien presencié los nacimiento de mis hijos, pude estar en un
solo cumpleaños de los mellizos. Tampoco pude asistir a los funerales de
mis padres ni estar presente para Navidad ni Año Nuevo, porque siempre
me toca estar embarcado", explica, aunque aclara que ante algún
acontecimiento de fuerza mayor, el área de Recursos Humanos de la
naviera para la que trabaja se ocupa de avisarle por radio lo sucedido, e
incluso se ocupa de conseguir un relevo para que el marinero pueda
volver a su hogar cuanto antes.
¿Cómo se lleva adelante una familia así? "Mi mujer es
fundamental, ella se ocupa de todo y cuando estoy de viaje ni siquiera
me cuenta los problemas para que yo no me preocupe. Además, a la
distancia tampoco podría hacer nada, así que prefiero no enterarme",
dice.
Si bien los marineros de otros países del mundo cuentan
en sus barcos con tecnología satelital para comunicarse por Internet o
telefonía móvil directamente desde el barco, Pegasano dice que en las
flotas argentinas escasea esta tecnología por los costos que tiene este
tipo de comunicación, entonces utilizan medios más económicos y
convencionales.
Juan Alfonso Pegasano, en la pantalla de la notebook; su esposa, María
Magdalena; los mellizos Tomás y Francisco, y la pequeña
Josefina. Foto: DIEGO SPIVACOW / AFV
"Mi papá era oficial de la Marina Mercante y viajaba 9 meses al año.
Recuerdo que hablábamos muy poco durante sus viajes a través de radio, y
era muy difícil llevar adelante una conversación. Para poder hablar, el
barco llamaba a la estación costera, y de ahí a la telefónica, que
conectaba con casa.
Utilizábamos frases largas y al final decíamos Cambio
para que la otra persona empezara a hablar. Además, las condiciones
meteorológicas y atmosféricas impactaban mucho en la calidad de la
llamada, y a veces no se entendía nada de lo que te decía tu
interlocutor."
Hoy en día la situación es muy diferente. Cuando está
en un puerto, Pegasano llama por teléfono a su casa y le pide a su
esposa que se conecte a Skype (www.Skype.com), una solución que permite realizar videollamadas sin costo de
computadora a computadora o entre teléfonos inteligentes con conexión a
Internet. "Esto acorta muchísimo las distancias porque hablo y veo a mi
familia. Pero es duro y doloroso cuando alguien se pone llorar a través
del monitor, por eso a veces prefiero hablar sólo por teléfono".
Como
muchas veces mientras este marino está de viaje el resto de la familia
sale de vacaciones, acaban de comprarse una tablet, para poder
comunicarse con él sin importar el lugar donde se encuentren.
Pegasano reconoce que su situación laboral impacta en su familia. De
hecho, admite que ha atravesado distintas crisis matrimoniales, que
junto a su mujer han sabido superar. "La mayoría de los marineros son
solteros o están separados -dice-. En mi caso particular, mis hijos
siempre me están buscando trabajos para que me quede en casa. Quieren
que trabaje en un lavadero de autos o despachando hamburguesas en
cadenas de comida rápida. Tomás actualmente está haciendo terapia porque
cuando yo no estoy me extraña demasiado, y a Josefina no le gusta que
yo la tenga a upa o me acerque demasiado, ya que no se acostumbra a mi
presencia en la casa. Es una situación dura, pero la acepto porque son
las reglas del juego y no me acostumbraría a tener un empleo en una
oficina."
Textualmente
El iPhone 4S, que en la Argentina es un dispositivo de
lujo, es mucho más accesible en otras partes del mundo. Juri Palazzi y
su esposa, que residen en Italia, contrataron un servicio por el cual
abonan 30 euros durante 30 meses por un paquete de minutos de voz, datos
y mensajería que incluye este modelo de smartphone sin costo. Cuando
viaja, Juri siente que gracias a este dispositivo está más cerca de su
familia.
El trabaja en el área de Postventa de OMB
International, una fábrica de camiones recolectores de basura, y viaja
por el mundo ensamblando las unidades que se han vendido. Desde hace
varias semanas trabaja armando camiones adquiridos por el gobierno de la
ciudad de Buenos Aires, y se aloja en un hotel de la ciudad de Luján.
"Como la diferencia horaria entre Italia y Argentina es
bastante grande, subimos a Facebook fotos y videos que tomamos con
nuestros teléfonos. Yo le muestro a mi familia cómo es el lugar en donde
estoy y mi esposa me comparte imágenes de Anna, mi hija de dos años de
edad", explica.
Juri Palazzi con su esposa Anna Abate.
Para comunicarse con su familia, Juri utiliza Skype en su
notebook. "Además, nos comunicamos gratis a través de mensajes de texto
con una aplicación que descargamos." Pallazzi se refiere a una de las
diversas app de mensajería gratuitas disponibles en el mercado como las
propias de Apple y BlackBerry, aunque hay otras para hablar entre
teléfonos de distintas marcas y que se bajan sin costo desde la Web,
tales como WhatsApp (www.whatspp.com), PingChat! (www.pingchat.com), que ahora se llama Touch (www.touch.com), Kik ( www.kik.com ) y Groupme (www.groupme.com), entre otros.
Demasiado lejos
Uno de los principales lamentos de las personas que
viajan constantemente o viven lejos de sus seres queridos tiene que ver
con la pérdida de las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Oscar Tarazona ama la Argentina. Por eso, este
colombiano oriundo de Bogotá decidió dejar su país para radicarse en la
ciudad de Buenos Aires hace poco más de un año, y trabaja como encargado
de material de mantenimiento en Alcatel-Lucent. Si bien hoy no está
pareja, vivió la experiencia del amor a la distancia y dice que no lo
volvería a intentar: "Con mi ex novia decidimos finalizar la relación
por este tema. Más allá de los medios de comunicación disponibles, nos
resultaba imposible mantener la pareja de esta manera porque empezaron a
surgir temas de celos y de desconfianza. Además, nos dimos cuenta de
que ya no compartíamos momentos juntos y que se trataba de una relación
virtual. Se hace muy difícil llevar adelante un vínculo a través de una
pantalla", reconoce.
Oscar Tarazona.
Roles indelegables
Roberto Pérez, de 31 años, vive en Buenos Aires desde
hace 8 meses. Sus hijos, dos varones de 8 y 7 años, residen en Boston,
Estados Unidos, junto con su madre, la ex esposa de Pérez.
Roberto Pérez. Foto: PATRICIO PIDAL/AFV
Este ingeniero en sistemas dice que gracias a la tecnología se hace
más fácil vivir lejos de sus afectos y, aunque los extraña muchísimo,
habla con ellos varias veces al día a través de Skype y de un sistema que se llama MagicJack, un dispositivo que se conecta a la PC y emula a un teléfono local en
Estados Unidos, de modo tal que el costo de las comunicaciones es
realmente muy bajo.
"A pesar de la distancia, el rol de padre en indelegable; por eso, mediante Skype
, ayudo a mis hijos a realizar la tarea del colegio. Ellos colocan la
notebook arriba del escritorio, leen en voz alta la consigna y yo
colaboro con ellos explicándoles matemática, ciencias sociales y
deletreando palabras. También jugamos en línea al ajedrez y mantengo por
este sistema charlas con mis hijos sobre cómo deben comportarse en el
día a día.
"Mi ex esposa está muy contenta porque sigo estando
presente como padre y no delego todo en ella. Incluso en los actos
escolares, ella lleva su iPhone y transmite desde su equipo lo que
sucede en el escenario para que yo pueda verlo desde mi escritorio".
Pérez explica que si bien el contacto físico es
irreemplazable y necesario, uno se siente muy acompañado gracias a estos
medios de comunicación. "Para Navidad, mis padres estaban en República
Dominicana, entonces acordamos cenar a la misma hora, con el Skype
encendido. Yo coloqué sobre la mesa mi notebook, y lo mismo hicieron mi
ex esposa con los niños y mis padres, entonces pasamos juntos las
Fiestas y fue genial compartir la cena de esta manera porque pudimos
conversar sin problemas", concluye.
El panameño Carlos Marcón, gerente comercial de la
firma X Nativa Group, vive en la Argentina desde hace 3 años, y hace 4
meses que no ve a su hijo de 4 años. "Si bien hablamos todos los días,
lo extraño muchísimo, por eso ya está todo previsto para en agosto
vuelva a visitarme", comenta.
Carlos Marcón. Foto: PATRICIO PIDAL/AFV
Marcón y sus familiares que residen en Panamá eligen comunicarse
mediante equipos de Apple, tales como la iPad y el iPhone. Al igual que
Pérez, ayuda a su hijo a realizar las tareas escolares usando Skype. "Yo soy cinturón negro de taekwondo y él está dando sus primeros
pasos en esta disciplina, así que a través de la videollamada me muestra
lo que está aprendiendo y yo le enseño distintas técnicas. Incluso
cuando compite sigo el evento en tiempo real desde mi casa, porque mi ex
esposa lo enfoca con su smartphone", ejemplifica.
Sin embargo, no todo es color de rosa. "Cuando lo veo
del otro lado de la pantalla se me paraliza el corazón, tiemblo al ver
su carita. Me vienen unas ganas tremendas de atravesar la tablet para
abrazarlo, por eso es que a pesar de que hablamos varias veces el día
hago lo posible para que venga a visitarme cada tanto".
Si bien ver el rostro de su niño es fantástico, a veces
es un arma de doble filo ya que, según admite el ejecutivo, es más
fácil responder por teléfono que por videollamada a preguntas tales como
cuándo irá a Panamá a visitarlo.
A las personas que están en su misma situación, Marcón
les recomienda enfocarse ciento por ciento en la comunicación. "No hay
excusas para desatender a los hijos, y mediante el uso de estas
tecnologías es posible ser un muy buen padre. Cuando existe el amor, el
cariño y la voluntad, todo es posible".
Estrechar lazos familiares y amorosos a distancia es
una misión difícil, pero no imposible. Hoy más que nunca, la tecnología
nos acerca y nos mantiene conectados en tiempo real y a bajo costo con
los seres queridos. Y, si bien un beso nunca podrá sustituirse por un
emoticón en el mensajero instantáneo, hay muchas formas de hacer que el
amor a la distancia sobreviva y se mantenga en pie.
Gadgets para enamorados
FaceTime, la aplicación de Apple para videoconferencia.
En cuestiones del amor, nadie se resigna a estar lejos de la "media
naranja". Para acortar las distancias se están desarrollando algunas
innovaciones que buscan eliminar al máximo las brechas que existen en el
mundo real a través de la virtualidad.
Los usuarios de smartphones pueden encontrar
aplicaciones que sirven para optimizar la comunicación, sobre todo en
cuantos a costos. Entre otras opciones, hay una ideada especialmente
para enamorados que están a la distancia. Se trata de Pair, que empareja
dos teléfonos móviles inteligentes creando algo así como una mini-red
social en la que participan sólo dos personas.
Una vez instalada la aplicación en los celulares se
pueden compartir mensajes e imágenes, crear dibujos de forma
colaborativa, enviar besos virtuales, crear listas con cosas para hacer y
cosas parecidas.
En realidad es lo mismo que se puede hacer utilizando
Google Plus o Facebook, solo que con la aplicación se crea una red
cerrada en la que no va a entrar nadie más y todos los mensajes y demás
contenidos van a quedar de forma privada. La aplicación es gratuita, y
por el momento está disponible para iPhone y Android.
Un poco más sofisticado es el desarrollo de Pillow
Talk, que une a las parejas que viven su relación a distancia. Se trata
de una almohada que se comunica con la de la otra persona a través de
una aplicaciónque podrá descargarse pronto también desde los celulares.
Al ir a la cama, ambas almohadas se iluminarán para indicar la presencia
del otro. Además, al colocar encima la cabeza podrán escucharse en
tiempo real los latidos del ser querido. Fabricada por la firma Little
Riot, será lanzada en las próximas semanas y podrá adquirirse en www.littleriot.co.uk
DIXIT
- "Skype acorta muchísimo las distancias, porque
hablo y veo a mi familia. Sin embargo, es duro y doloroso cuando alguien
se pone a llorar a través de la pantalla".
Juan Alfonso Pegasano, en la pantalla de la notebook; su esposa, María Magdalena; los mellizos Tomás y Francisco, y la pequeña Josefina
- "Para Navidad yo estaba en Buenos Aires, entonces
acordamos con mi familia cenar a la misma hora, con el Skype encendido.
Yo coloqué sobre la mesa mi notebook, y lo mismo hicieron mi ex esposa
con los niños en Boston y mis padres en República Dominicana. Pasamos
juntos las Fiestas y fue genial compartir la cena de esta manera, porque
pudimos conversar sin problemas y fue muy divertido"
Roberto Pérez
- "Si bien hablamos todos los días, extraño
muchísimo a mi hijo, por eso ya está todo previsto para que en agosto
vuelva a visitarme. No hay excusas para desatender a los hijos, y
mediante el uso de la tecnología es posible ser un muy buen padre.
Cuando existe el amor, el cariño y la voluntad, todo es posible".
Carlos Marcón
- "Como la diferencia horaria entre Italia y
Argentina es bastante grande, subimos a Facebook fotos y videos que
tomamos con nuestros teléfonos. Yo le muestro a mi familia cómo es el
lugar en donde estoy y mi esposa me comparte fotos de Anna, mi hija de
dos años".
Juri Palazzi con su esposa Anna Abate
- "Con mi ex novia decidimos finalizar la relación
por el tema de la distancia. Más allá de los medios de comunicación
disponibles, nos resultaba imposible mantener la relación de esta manera
porque empezaron a surgir temas de celos y de desconfianza. Además, nos
dimos cuenta de que ya no compartíamos momentos juntos y que se trataba
de una relación virtual. Se hace muy difícil llevar adelante una
relación a través de una pantalla".
Oscar Tarazona
Por Débora Slotnisky
Para LA NACION
Fuente: LaNacion.Com/Tecnología